jueves, 16 de enero de 2014

Call of duty Ghosts (Ps4) (Ps3) (Xbox360) (Xbox One) (Analisis)


El esperado por muchos y criticado por otros tantos Call of duty Ghosts ya está en las tiendas, dispuesto a mostrar la cara que Infinity Ward ha creído oportuna para el futuro de su particular versión de la saga. Atrás quedan ya las explosiones nucleares y las carreras en moto de nieve, ha llegado el momento en el que la desarrolladora que dio a luz uno de los mayores éxitos de la generación deja de tener excusas para salir del paso.
No diré que ‘Call of Duty: Ghosts’ es un mal juego porque, francamente, no lo creo, pero si alguien tenía cierta esperanza por ver cómo esta saga aún podía sorprendernos puede ir tirando la toalla. La última entrega de la franquicia más exitosa de Activision se limita a decir “esto es lo que hay”, pero incluso para los que la hemos defendido año tras año eso no es suficiente.



Call of Duty: Ghosts, a otro perro con ese hueso

‘Call of Duty: Ghosts’ es una mera lista con lo mejor de ‘Call of Duty’, un recopilatorio de bondades que pese a mantenerse a la altura de las expectativas no puede hacer más por llamar la atención, sólo recoger lo sembrado durante los últimos años y acomodarse ofreciendo un refrito cuyo aceite necesita un cambio para que volvamos a hablar de él con una sonrisa en la cara.

Un multijugador que sigue brillando con luz propia

Basados en una misma idea que ha acabado condicionando la forma de hacer multijugadores para otros juegos, las entregas de Infinity Ward y Treyarch llegan con ‘Call of Duty: Ghosts’ al punto en el que la brecha entre ambas versiones es más grande.
En ‘Ghosts’ abandonamos el esquema de tres caminos claramente diferenciados, un guiño a la competición online de ‘League of Legends’ y ‘DotA’ que introdujo ‘Black Ops 2’, en el que las contiendas siempre derivaban a enfrentamientos directos en determinadas zonas del mapa. En esta ocasión acabar en uno de esos puntos calientes con ambos equipos parapetados es mucho más difícil, eliminando la idea de pasillo para optar por mapas mucho más abiertos que obligan a estar constantemente atentos a cada una de las esquinas que pueden suponer tu próxima muerte.


Se mantiene esa sensación de estar ante algo que debería estar mucho más pulido, falto de detalles que le permitan a aspirar a una excelencia que, aunque al alcance de los dedos, nunca ha acabado de abrazar.
Se podría arreglar lo del respawn, añadir animaciones a las muertes que interactúen con el escenario (por ejemplo tropezando con una barandilla al morir en vez de simplemente atravesándola al caer) o ofrecer escenarios que realmente puedan variar con la destrucción de determinadas zonas, marcadas aquí por un ínfimo interés por sorprender con anecdóticos puntos como el de la gasolinera que explota o el mapa que cambia de aspecto tras una racha de bajas. Un algo más que seguimos esperando y nunca acaba de llegar.
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Sin embargo, lo quieras o no, el final de la historia deja un hueco abierto para el retorno de los ‘Ghosts’, así que lejos de ser un juego de trámite obligado a mantenerse a flote en el cambio generacional, parece que Infinity Ward pretende iniciar otra saga que siga manteniendo las mismas virtudes, pero también los mismos defectos.

Alienígenas y jugadores luchando contra la Extinción

Queríamos un modo Zombies y el intento de Infinity Ward por brindárnoslo acaba cayendo en saco roto. Sí, es divertido hacer frente a las hordas de alienígenas que nos pondrán contra las cuerdas en solitario o en cooperativo, pero la profundidad protagonizada por los numerosos easter eggs y secretos que ofrece Treyarch está no uno, sino varios escalones por encima.


Call of Duty: Ghosts aprueba por los pelos

‘Call of Duty: Ghosts’ es el mismo juego de diez de hace seis años, aún más profundo y con más horas que echarse a la espalda, pero esa nota sigue decreciendo con el paso del tiempo por culpa del reciclaje y ahora no consigue pasar del seis o el siete.
Para los fans del multijugador sigue siendo una opción igual de válida, ‘Call of Duty: Ghosts’ sigue sin tener rival por mucho que las comparativas con otras sagas sean capaces de sacarle los colores en determinados aspectos, y la acción que profesan sus mapas laberínticos y terriblemente rápidos aún no ha encontrado competencia directa.
Call of Duty Ghosts
La peligrosa comodidad de la que lleva años haciendo gala sigue pasando factura y, a día de hoy, muchos de los que seguimos disfrutando de largas sesiones en compañía de amigos tenemos claro que las alternativas que llegarán en el futuro parecen prometer buenas razones para dejar de lado la saga.
Infinity Ward tenía la oportunidad de que nos olvidásemos un poco de ese motor gráfico sin sentido que sigue manteniendo, ese suma y sigue con más sigue que suma que a muchos ya les ha cansado, pero se ha limitado a hacer exactamente lo mismo. El resultado es un ‘Call of Duty: Ghosts’ que admite más que nunca la opción de esperar a una rebaja del juego que lo sitúe por debajo de los 40 euros.
Ahora la pelota está en el tejado de Treyarch, la única compañía que a día de hoy parece tener intención de salvar los muebles, pero los fans de esta criticada franquicia ya estamos pensando en ‘Titanfall’ en vez de en el nuevo ‘Call of Duty’, y si como pronostica la situación también nosotros acabamos dándole la espalda, la joya de Activision está más condenada que nunca a vivir una época en la sombra. El tiempo dictará sentencia, y esta vez no hay NukeTown que escurra el bulto.


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