lunes, 13 de enero de 2014

Killzone Shadow Fall (PS4)

Hoy nos pasamos a la nueva generación con la responsabilidad de ser el primer gran título exclusivo de PlayStation 4, Killzone Shadow Fall se convierte en la mejor entrega de una saga que gana prestigio y se convierte en un indispensable del género gracias al cuidadoso acabado de todos sus apartados técnicos y creativos. El momento más esperado del último lustro ha llegado, bienvenidos a la nueva generación.




El nacimiento de una nueva era
Desde los primeros compases del desarrollo del nuevo Killzone, Guerrilla Games tenía claro que la saga necesitaba un cambio visual y jugable que la permitiera seguir creciendo en un mercado tan copado de FPS como el actual. Es por ello que el estudio holandés renunció a la numeración en el título y decidió crear desde cero una experiencia de juego que exprimiese al máximo el increíble potencial gráfico y jugable que otorga el poderoso hardware de Sony a los desarrolladores. Este impecable apartado visual, junto con una divertida y frenética jugabilidad, otorgan una nueva personalidad a una saga que desde hoy se convierte en un referente dentro y fuera de PlayStation. Entre todas sus novedades, el primer apartado en el que notamos que Shadow Fall es una experiencia más madura y elaborada que sus predecesores es en su cinematográfica historia.
El nuevo título de Guerrilla nos sitúa justo después de la destrucción del planeta Helghan. Tras aquel brutal terracidio, que acabó con la vida de más de 1.000 millones de Helghast, los humanos deciden acoger en Vekta a los supervivientes de esta histórica catástrofe planetaria. Para evitar conflictos entre los refugiados y los habitantes de Vekta, se crea un enorme muro que, además de separar a amigos de enemigos, diferencia dos formas de entender la vida, en una clara analogía entre el sistema capitalista y el comunismo. Tras más de tres décadas de convivencia "pacífica" la situación entre ambas facciones se ha vuelto insostenible y los constantes ataques terroristas parecen ser el comienzo de un conflicto inevitable. Nos encontramos con una historia profunda que no pretende ser efectista enfrentando simplemente a dos bandos, sino que se lanza sin miedo a explicar una situación política y social llena de matices. Una realidad cruda y corrosiva de la que deberemos ser partícipes para comprender con claridad que en la guerra, como en la vida, nada es blanco o negro.

Todos los escenarios están perfectamente ambientados y cuentan con un acabado gráfico en alta definición sin precedentes.

El nuevo protagonista es Lucas Kellan, un Shadow Marshal de la VSA (Agencia de Seguridad Vektan), que a las órdenes de Sinclair, director de la agencia, pretende poner calma en la creciente tensión bélica y analizar con detalle qué sucede al otro lado del muro. El joven protagonista, que ha conocido desde pequeño la crudeza de vivir en una sociedad dividida y en constante enfrentamiento, no es el estereotipo de soldado que obedece órdenes, al contrario, Kellan intentará comprender la situación y actuar en consecuencia. Es por ello que estamos ante un título que, sin ser nada revolucionario ni profundizar moralmente en las decisiones humanas, pretende ser algo más que el típico videojuego con un conflicto sin base que justifica cualquier muerte por el terrible comportamiento de un enemigo impersonal.


Para desarrollar estos matices, Killzone Shadow Fall presenta una gran variedad de misiones a lo largo de las aproximadamente 10 horas que dura el modo campaña. Entre las habituales fases de avanzar por enormes mapeados eliminando a todos los enemigos que aparecen en pantalla, destacan las misiones de infiltración. Estas fases, sin ser muy exigentes a nivel de ocultación, nos obligarán a ser cuidadosos y a no disparar alocadamente. Siguiendo con los diferentes tipos de fases disponibles, en el nuevo título de Guerrilla tendremos que disparar desde vehículos, controlar pequeñas arañas de pirateo, ayudar a otros personajes, resolver sencillos puzles o movernos por el espacio al más puro estilo Dead Space, lo que supone un sorprendente salto cualitativo y cuantitativo respecto a los anteriores títulos de la franquicia en PlayStation 3.

La gran variedad de misiones y situaciones hacen que Shadow Fall sea el Killzone más divertido y frenético de la saga.

Debido al gran tamaño de los mapas y para evitar la frustración de los jugadores menos pacientes, podremos ver en pantalla, simplemente pulsando hacia arriba con el botón de dirección, el punto al que debemos ir y la distancia a la que nos encontramos respecto del mismo. Esta información, que irá acompañada de una breve descripción de los objetivos, podrá ser utilizada libremente, lo que deja en manos de los jugadores activar o no la ayuda. Una ventaja que, aunque pueda parecer banal, modifica enormemente la experiencia de juego y facilita en gran medida la superación de las distintas fases.


Otra novedad muy interesante, aunque poco significativa, es la posibilidad de elegir el orden en el que completar las misiones. Aunque estas decisiones no tienen ningún peso a nivel argumental, salvo cuando cumplamos misiones secundarias que aportarán más información sobre la trama, es interesante poder elegir en cada momento qué queremos hacer. Para seguir recopilando más información de la actual situación de Vekta y justificar la exploración completa de los grandes mapas, podremos buscar con detenimiento los múltiples coleccionables disponibles. Entre ellos se encuentran los Dosieres, que nos aportarán información sobre el conflicto a través de documentos de inteligencia; Las Noticias, que nos acercarán la actualidad mediante los medios de comunicación; Los Tebeos, que serán la forma más visual y amena de conocer la historia detrás de esta guerra eterna; y por último, los Registros de Audio, que escucharemos a través del altavoz que incorpora el nuevo DualShock y que nos darán un punto de vista más humano del conflicto.

La utilidad y eficacia bélica del Búho en todas las misiones lo convierten en el arma definitiva dentro de una excelente propuesta jugable.

Todas las armas son útiles
La nueva jugabilidad de Killzone Shadow Fall supone un enorme paso hacia delante en una saga que en su última entrega se había vuelto demasiado predecible y continuista. En el nuevo Killzone vamos a contar con una enorme cantidad de armas y habilidades que deberemos utilizar con cabeza para superar con solvencia todas las situaciones. Nuestro gran aliado bélico para conseguir estos objetivos es el imprescindible y efectivo Búho. Para dar órdenes a este drone aéreo utilizaremos el panel táctil del DualShock. Simplemente con un ligero gesto en la dirección adecuada seleccionaremos la función, pudiendo activarla con L1 cuando sobre nuestra pantalla el indicador de dicha función se ponga en blanco. De esta forma si deslizamos el dedo hacia arriba en el panel, el Búho activará la opción de ataque y se lanzará contra los enemigos creando una distracción y un daño evidente. Si lo que queremos es crear un escudo protector de plasma simplemente tendremos que hacer lo propio hacia abajo. Por otro lado, si lo hacemos hacia la derecha, crearemos una tirolina para desplazarnos de forma rápida por los distintos niveles del mapa, algo que nos permitirá atacar al enemigo por sorpresa. Por último, con un gesto hacia la izquierda activaremos una bola de electricidad que aturdirá a los Helghast y desactivará sus escudos de plasma.

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